¿Qué es la pobreza energética?
La pobreza energética
Si bien no existe una definición única de pobreza energética, los diversos alias con los que hacemos referencia dibujan una idea clara: su impacto es negativo y grave, tanto para quien la padece directamente, como para el conjunto de la sociedad.
En los últimos años, se ha generado una movilización social sin precedentes entorno a la pobreza energética, que la ha ubicado en el centro del debate público. De esta manera, se ha impulsado el análisis del fenómeno y se ha forzado la aplicación de medidas paliativas y preventivas para dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad que se asocian, fomentar su visibilización entre la ciudadanía y evitar su expansión.
La ley protege a las personas y unidades familiares en situación de riesgo de exclusión residencial frente a los cortes que puedan acordar las compañías suministradoras de electricidad, gas y agua potable por falta de pago. Esto significa que estas empresas no podrán interrumpir los suministros cuando se producen impagos en situaciones con riesgo de exclusión residencial.
Las medidas para garantizar el derecho de acceso a los suministros de agua, luz y gas también se aplican a las casas en que, a pesar de no cumplir los requisitos de ingresos, vive alguna persona afectada por dependencia energética (personas que necesitan máquinas asistidas para sobrevivir).
Las administraciones públicas deben llegar a acuerdos o convenios con las compañías suministradoras de agua potable, de gas y de electricidad para garantizar que conceden ayudas a fondo perdido a las personas y unidades familiares en situación de riesgo de exclusión residencial o que les aplican descuentos notables en el coste de los consumos mínimos.
Para más información se puede consultar la Guía para personas y familias que tienen problemas económicos para mantener los suministros de agua, luz y gas, de la Generalitat de Cataluña.