La disnea y todo lo que necesitas saber
En este artículo os presentamos las causas principales que propician la aparición de disnea, sus manifestaciones, así como una serie de medidas y consejos sobre su tratamiento.
Antes que nada, es necesario definir la disnea como enfermedad. La disnea es la sensación subjetiva de dificultad para respirar. Puede aparecer de forma aguda o brusca, o estar presente de forma habitual (crónica). Genera un importante malestar en la persona que la presenta. Normalmente, se expresa como “falta de aire” o “ahogo”. Causas de disnea:
- Enfermedades respiratorias.
- Enfermedades cardio-vasculares.
- Alteraciones de origen psicógeno: ansiedad, depresión.
- Otras enfermedades.
Cómo se manifiesta:
- Sensación de que el aire respirado no es suficiente, o de que no se pueden llenar los pulmones con normalidad.
- Suele acompañarse de inquietud y ansiedad.
- Puede acompañarse de otros síntomas según la causa: dolor, sudoración, temblor, tos, sibilancias, cambios de coloración…
Consejos a seguir: Primero debemos saber que:
- No siempre la causa es respiratoria.
- Respirar más deprisa no equivale a disnea.
- Es frecuente que haya un componente de ansiedad asociado.
- Disnea no equivale a falta de oxígeno.
Recomendaciones y medidas que aplicar:
- Lo más importante es tratar la causa, y para eso debe haber una valoración médica diagnóstica y una indicación de tratamiento.
- Además del tratamiento de la causa, la disnea puede tratarse con fármacos que la alivien.
- Las medidas no farmacológicas siempre son importantes:
- Compañía tranquilizadora: estar a su lado y generar un ambiente de serenidad y tranquilidad.
- Aire fresco en la cara: abrir la ventana, aplicar un ventilador.
- Buscar la posición más confortable: probablemente sentado.
- Ejercicios o técnicas de relajación.
- Si la disnea es habitual por patología crónica o avanzada, seguir el tratamiento médico pautado y añadir siempre las medidas no farmacológicas.
Lo que no se debe hacer:
- Quitarle importancia.
- Dejar al paciente solo.
- Transmitir al enfermo sensación de pánico o de gravedad.
Cuándo consultar al médico:
- En caso de disnea de nueva aparición: para ser valorada.
- En caso de disnea crónica que empeora o limita la calidad de vida: consultar al médico para valorar o revisar el tratamiento.
En cualquiera de las siguientes situaciones, o ante la duda, llamar a un servicio de urgencias o de atención permanente.
- Si la disnea aparece de forma brusca y sin causa ya conocida.
- Si la disnea no cede con las medidas terapéuticas previstas (fármacos, oxígeno, etc).
- Si hay signos de gravedad: como puede ser el pulso acelerado (por encima de 120 pulsaciones/minuto) o la respiración muy acelerada, o la coloración azulada de alguna zona del cuerpo (labios, cara, dedos), o la sudoración abundante, o la tensión visible de los músculos del cuello.