Qué significa atención integral a la persona
Cuando desde el ámbito de la salud se habla de atención integral a la persona, y tras una rápida reflexión, lo primero que me viene a la cabeza es lo siguiente: ¿es que hay otro modo de atender a la persona? El enfoque holístico, integral, centrado en la persona como tal y en su globalidad, ha tomado la apariencia de un descubrimiento moderno en un momento dado (que lo fue), cuando en el fondo suponía volver al camino que nunca debió haberse abandonado. Los espectaculares avances de la medicina y la progresiva superespecialización llevaron a una fragmentación en la visión de la persona enferma, que dejó de lado aspectos considerados como no científicos, marginando la esencia humana de la persona. Curiosamente, fueron personas que se dedicaron a atender a enfermos al final de sus vidas las que tuvieron la suficiente sensibilidad para comprender las carencias de esa mirada parcial y reduccionista que generaba sufrimiento añadido. Cicely Saunders nos hizo ver lo que significaba el dolor total, y que para atender el sufrimiento era imprescindible valorar no solo lo físico, sino lo emocional, lo social, lo espiritual, porque todo formaba parte indivisible de la persona sufriente. Así puso las bases de lo que actualmente son los cuidados paliativos. Elizabeth Kubler-Ross llamó a las puertas de la conciencia asistencial para advertirnos de las carencias en la atención a los enfermos mal llamados terminales, reclamando una humanización y un enfoque dirigido a la persona que sufre emocionalmente y no simplemente a un cuerpo maltrecho. La salud de una persona no está fundamentada únicamente en un organismo sano, sino que ese organismo forma un todo indivisible con sus emociones, sus relaciones familiares y sociales, sus circunstancias socio-culturales, sus roles, sus valores y creencias, su espiritualidad… Atención integral significa que cuando acogemos o atendemos un problema de salud no perdemos de vista que el portador de ese problema es una persona multidimensional, y que cuanto más compleja o grave sea esa alteración de su salud, con mayor motivo tendremos que ampliar nuestra perspectiva para poder realmente ayudar a esa persona. Cuidamos personas, no enfermedades. Eso es atención integral de verdad. Eso es humanizar la medicina y la atención de la salud. Eso es lo que nos pide la sociedad.