Cuidados Paliativos Pediátricos

Cuidados Paliativos Pediátricos

Actualmente, se estima que en España hay unas 125.000 personas que padecen alguna enfermedad incurable y necesitan recibir cuidados paliativos al final de su vida. De todas ellas, cerca de 6.000 se trata de menores de 20 años, y por desgracia menos de un 10% reciben un tratamiento de cuidados paliativos pediátricos. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define los cuidados paliativos como “Un planteamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus allegados cuando afrontan problemas inherentes a una enfermedad potencialmente mortal. Previenen y alivian el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento correctos del dolor y otros problemas, sean estos de orden físico, psicosocial o espiritual. Se pueden requerir cuidados paliativos o de alivio por muchos motivos, entre el 30% y 40% de los pacientes están en esta situación por algún tipo de cáncer pero también pueden necesitar de cuidados de alivio por enfermedades neurológicas, neurodegenerativas, coronarias, respiratorias, de origen genético, etc. En cualquier caso, los cuidados paliativos buscan atender las necesidades físicas, psicológicas, emocionales, sociales y espirituales del paciente y sus familiares. Aliviando el sufrimiento que causa este momento tan difícil en todos estos niveles, para llegar al final de la vida de manera digna. En el caso de los menores, es importante que puedan normalizar su vida, ir a la escuela, ver a sus amigos y su familia, y por supuesto, poder jugar. En Suanity procuramos atención personalizada a nuestros pacientes en su domicilio, que es el primer paso para poder normalizar su día a día y poder pasar los últimos días en casa. Además ofrecemos recursos al entorno del infante para que puedan reconocer y afrontar esta situación de la mejor manera posible, aunque nunca fácilmente. Los niños a partir de los 8 años ya empiezan a entender el concepto de muerte y sobre los 12 años lo tienen integrado, por eso es importante comunicarnos con ellos de manera clara e intentar no mentirles. Explicarles la situación ayudará a normalizarla y afrontarla mejor,

y es que la muerte es inevitable y aunque trabajamos para prolongar su llegada, tarde o temprano nos alcanzará a todos.